Cenas de Navidad 2009

Estimados Amigos, Seguidores, Ayudantes y Colaboradores, a todos aquellos quienes de una u otra forma ayudan y han ayudado en la realización de esta noble obra año tras año desde el 2006, que extrae lo mejor de nosotros, que nos pone en evidencia la importancia de la solidaridad, acordarse y hacer con ello algo por los más desposeidos, recordar que no estamos solos y mirar hacia el lado desindividualizándose.

Este año a pesar de comenzar más tarde con las labores que se requieren para llevarla a buen termino, estamos esperanzados en que todo saldrá como se debe y según lo planeado, pero para esto requerimos de tu ayuda, puedes hacerlo de dos formas, una es aportando con dinero, para lo cual tenemos unas tarjetitas que puedes pedir en la secretaría de la Parroquia El Sagrario, con la que puedes verificar tu aporte, y la otra es ayudando en la logística y el día mismo de la entrega de las cenas (24 dic).

Para muestra un botón de lo que fue la entrega de las Cenas de Navidad 2008.

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Para revisar su aporte año 2009 siga el siguiente link:
Aportes Cenas de Navidad 2009

Para leer y considerar

Esto que exponemos a continuación es un extracto de la Carta Encíclica del Sumo Pontífice Benedicto XVI "Sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad".

  • En el contexto social y cultural actual, en el que está difundida la tendencia a relativizar lo verdadero, vivir la caridad en la verdad lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y un verdadero desarrollo humano integral. Un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales. De este modo, en el mundo no habría un verdadero y propio lugar para Dios. Sin la verdad, la caridad es relegada a un ámbito de relaciones reducido y privado. Queda excluida de los proyectos y procesos para construir un desarrollo humano de alcance universal, en el diálogo entre saberes y operatividad.
  • La caridad es amor recibido y ofrecido. Es « gracia » (cháris). Su origen es el amor que brota del Padre por el Hijo, en el Espíritu Santo. Es amor que desde el Hijo desciende sobre nosotros. Es amor creador, por el que nosotros somos; es amor redentor, por el cual somos recreados. Es el Amor revelado, puesto en práctica por Cristo (cf. Jn 13,1) y « derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo » (Rm 5,5). Los hombres, destinatarios del amor de Dios, se convierten en sujetos de caridad, llamados a hacerse ellos mismos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad.
    La doctrina social de la Iglesia responde a esta dinámica de caridad recibida y ofrecida. Es « caritas in veritate in re sociali », anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad. Dicha doctrina es servicio de la caridad, pero en la verdad. La verdad preserva y expresa la fuerza liberadora de la caridad en los acontecimientos siempre nuevos de la historia. Es al mismo tiempo verdad de la fe y de la razón, en la distinción y la sinergia a la vez de los dos ámbitos cognitivos. El desarrollo, el bienestar social, una solución adecuada de los graves problemas socioeconómicos que afligen a la humanidad, necesitan esta verdad. Y necesitan aún más que se estime y dé testimonio de esta verdad. Sin verdad, sin confianza y amor por lo verdadero, no hay conciencia y responsabilidad social, y la actuación social se deja a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregadores sobre la sociedad, tanto más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales.